Versión escrita: Lola y Leo eran dos amigos que vivían en una granja. Les gustaba mucho cuidar de los animales y jugar con ellos.
Un día, se les ocurrió una idea muy loca: hacer una fiesta de disfraces para los animales.
Lola y Leo buscaron ropa vieja y accesorios divertidos y se pusieron manos a la obra. Disfrazaron a las gallinas de bailarinas, al cerdo de pirata, a la vaca de astronauta, al caballo de superhéroe y al perro de payaso.
Los animales se miraron unos a otros y se rieron mucho.
Les gustó la idea de Lola y Leo y se pusieron a bailar y a cantar.
Lola y Leo también se disfrazaron: Lola de princesa y Leo de dragón.
La fiesta fue un éxito y todos se lo pasaron muy bien.
Lola y Leo se sintieron muy felices y agradecidos por tener unos amigos tan especiales.
Moraleja: La diversión y la alegría se multiplican cuando se comparten con los amigos y los seres vivos que nos rodean, y nos hacen sentir mas felices y agradecidos. Los disfraces pueden cambiar nuestro aspecto, pero no nuestra esencia y valores.
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