El volcán de Pablo | Un cuento para aprender a enfriar la ira.

Pablo se enfadaba cuando los cordones no se ataban, cuando el puzle no encajaba o cuando su torre de bloques se derrumbaba.
Entonces empezaban los gritos, los pataleos y las lágrimas. Era como si llevara un volcán en la tripa, siempre a punto de explotar.

Pablo tenía 5 años y quería ponerse los zapatos él solo. Llevaba semanas practicando, pero los cordones parecían tener vida propia: se le enredaban, se soltaban, se hacían un nudo imposible.

Aquella mañana, antes de ir al colegio, volvió a intentarlo. Primero un lazo, luego el otro… ¡zas!, se deshizo todo.
—¡Nooo! —gritó, tirando el zapato contra la pared. Sus pies golpeaban el suelo una y otra vez como si fueran tambores.

Su madre, que llegaba tarde al trabajo, intentó ayudarle:
—Venga, te los ato yo y ya está.

Pero Pablo apartó su mano con rabia.
—¡Quiero hacerlo yo!

El ambiente en la habitación se volvió tenso, como si todo el aire estuviera a punto de explotar. Y entonces, de pronto, algo increíble ocurrió: el suelo vibró bajo sus pies y Pablo sintió como si una montaña de fuego se despertara en su interior, lista para escupir lava…

Cómo pueden ayudarte nuestros Cuentos para pensar juntos

Cada día, los niños se enfrentan a pequeñas grandes situaciones: frustrarse cuando algo no sale como esperaban, sentir miedo al dormir solos, aprender a hacerse responsables o descubrir que equivocarse también forma parte del camino. Cuentos para pensar juntos nace de esas experiencias reales que viven las familias y los docentes, y de la necesidad de ponerles palabras, calma y comprensión.

En esta colección encontrarás historias breves inspiradas en la vida cotidiana, que ayudan a reflexionar sobre las emociones, los valores y los aprendizajes más importantes de la infancia. Cada cuento ofrece una mirada cercana para entender mejor lo que sienten los niños y acompañarlos desde la empatía, con explicaciones sencillas, estrategias prácticas y actividades para trabajar cada tema en familia o en el aula.