Hace unos días lanzamos una pregunta en nuestras redes sociales que generó mucho debate:
¿Debe haber una asignatura en el colegio para enseñar valores?
Las respuestas fueron variadas y apasionadas. Algunos opinaban que los valores deben enseñarse exclusivamente en casa, mientras que otros defendían que también deben tener su espacio en la escuela.
“Desde nuestra perspectiva, no es una cuestión de elegir entre uno u otro.
La educación en valores es una tarea compartida.”
➤ La familia: el primer ejemplo
Pero eso no significa que el colegio no tenga un papel importante. De hecho, la escuela es un entorno social en el que se aprenden, experimentan y ponen en práctica muchos valores:
- En algunas etapas educativas, existen asignaturas como Educación en Valores, Ética o Educación para la Ciudadanía, donde se trabajan de forma explícita aspectos como el respeto, la igualdad, la convivencia o los derechos humanos.
- También se abordan de forma transversal en materias como lengua, ciencias sociales o tutoría, mediante cuentos, debates, proyectos o dinámicas grupales.
- La convivencia diaria en el aula es una fuente continua de aprendizaje emocional y social: resolver conflictos, trabajar en equipo, escuchar al otro, aceptar las diferencias…
- Y no olvidemos algo fundamental: los docentes también son referentes y modelos. Su forma de comunicarse, de resolver problemas o de tratar a sus alumnos transmite más que muchas palabras.
➤ Ir de la mano: la clave para una educación real
No se trata de elegir entre familia o colegio. Lo importante es ir de la mano.
Porque si en casa hablamos de empatía, y en el colegio se refuerza; si en casa enseñamos a compartir, y en el aula se vive en grupo… entonces estamos construyendo una base sólida. Una educación coherente, compartida y real.
