Versión escrita: ¿Sabías que existe una fábrica de arcoíris? Es un lugar secreto y mágico que flota sobre las nubes, tan alto que los humanos no pueden verlo.
Allí trabajan los duendes de la luz, unos seres diminutos y traviesos que se encargan de llenar el cielo de colores.
Los duendes de la luz tienen una habilidad especial: pueden dividir la luz del sol en sus siete colores.
Cada mañana, cuando el sol empieza a brillar, los duendes abren las ventanas de la fábrica y dejan entrar los rayos solares.
Dentro de la fábrica, hay un gran prisma de cristal que hace que la luz se descomponga en un arco iris.
Rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta, los duendes los capturan en sus cubos de metal.
Una vez que tienen sus cubos llenos de color, los duendes salen corriendo por las nubes, dejando caer gotitas de luz teñida.
Estas gotitas se mezclan con las gotas de agua que hay en el aire, y así se crea el arcoíris.
Los colores se reflejan, se refractan y se dispersan, formando un arco curvo y luminoso que se puede ver desde la tierra.
De esta forma, gracias al trabajo de la fábrica de arcoíris y de los duendes de la luz, podemos disfrutar de este fenómeno tan hermoso y sorprendente.
La próxima vez que veas un arcoíris, recuerda a estos pequeños amigos que hacen posible este regalo para nuestros ojos.
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